Romina Capetillo no vino a enseñarnos cómo emprender.
Vino a mostrarnos qué se siente cuando te miras al espejo y no sabes quién eres, porque llevas años siendo todo… menos tú.

Este episodio no es sobre éxito.
Es sobre identidad, maternidad y rabia callada.
Sobre lo que duele cuando vives para cumplir con todos… menos contigo.

Escucharla no fue cómodo.
Fue una sacudida.
Porque todos los que hemos sentido que nos perdimos —en el trabajo, en una relación, en los likes, en las exigencias—
sabemos que el mayor silencio no es no hablar…
es no reconocerte.

Romina no se hizo fuerte por tener una marca.
Se hizo fuerte cuando se hartó de fingir que estaba bien.

Porque ser mamá no te prepara para la culpa de olvidarte.
Porque emprender no te avisa que vas a romperte antes de facturar.
Y porque crecer, a veces, no se siente como éxito, sino como duelo.

Ella vino a contarlo todo. Sin necesidad de gustar.
Y eso, para mí, es lo que el mundo necesita.
No más perfección.
Más gente que se atreva a contarse rota… y aún así seguir caminando.

Romina me enseñó que el contenido más poderoso nace cuando dejas de esconder tu historia.
Que no hay estrategia más brutal que la verdad.
Y que si tu negocio no sostiene tu identidad, no vale la pena.


Y si estás leyendo esto, es porque tú también, en algún rincón de tu vida,
te estás cansando de esconderte.

De fingir que te alcanza, que te basta, que no duele.
De responder “todo bien” cuando por dentro estás agotado de no ser tú.

Y quiero decirte algo, directo, sin filtro, como lo haría ella:

Es hora de dejar de actuar.
Es hora de contar tu verdad.
Porque mientras tú callas, alguien allá afuera se está sintiendo solo.
Y tal vez, lo que tú viviste… es justo lo que otro necesita para volver a empezar.

Esto no es solo un Story podcast.
Es un lugar donde ser real es más valiente que ser exitoso.
Y Romina Capetillo lo acaba de demostrar.

Presentación completa aquí: https://youtu.be/bP-vTXKW8n8


Te dejo mis apuntes, quizás te sirvan.

  1. Tu historia no necesita likes para ser valiosa.
    Lo importante no es cuántos la ven, sino cuán cierta es.
  2. Mostrar tus grietas es tu verdadero superpoder.
    Lo que ocultas por miedo, puede liberar a otros si lo cuentas.
  3. No tienes que ser todo para todos.
    Tu comunidad nace cuando decides dejar de fingir.
  4. El marketing con alma no se aprende: se siente.
    Y Romina lo demuestra con cada palabra.
  5. El emprendimiento real parte desde adentro, no desde afuera.
    Si no sabes quién eres, tampoco sabrás qué vender.

¿Cómo aplicarlo en tu día a día?

  • Comparte tu historia incluso si aún no está “terminada”.
  • Habla como hablas, no como esperas que te reconozcan.
  • Acepta que tu comunidad más fiel llegará cuando te muestres tal como eres.
  • Elimina la presión de “ser referente” y enfócate en ser real.
  • Si tu proyecto no te representa, empieza de nuevo. En serio.

    Un abrazo. Miguel Ángel.

    Gracias Romi!